Éste no es el Vesubio, sino el monte Somma, que antaño formó parte de un cráter anterior al mítico volcán de la Campania y del golfo de Nápoles.
Para acceder al cráter, hay que coger la carretera que va desde Ercolano al Vesubio, que accede hasta 200 metros antes de la cima. Poco antes, hay un espléndido mirador sobre la bahía.
El Vesubio tiene 1.781 metros de altura, está a nueve kilómetros de Nápoles y se alza en la cadena sur de los Apeninos. Aquí vemos el cráter vesubiano y su entorno en una foto de satélite.
El último tramo hay que subirlo a pie, tras pagar un peaje de 8 euros.
Junto a las taquillas, que abren a las nueve de la mañana, vimos dos o tres ciempiés.
Al norte del volcán está el monte Somma, formado por materiales volcados del cenrro de la tierra hace unos miles de años. Junto al Vesubio, forma el perfil característico que se ve desde la bahía.
El monte Somma tiene 1149 metros y está separado del cono vesubiano por el valle Atrio di Cavallo, de 5 km de ancho.
En las laderas se ven los flujos petrificados de lava, compuesta de andesita viscosa, con selva en el resto y viñedos en la zona baja.
El bosque selvático que nace sobre esta fertilísima lava está compuestos de árboles y arbustos. Hay pinares y acebos en la zona alta del cono, mientras que en el Somma, más húmedo, se ven castaños, robles, alisos y arces.
Dos domos de lava, de 1891 y 1895, son visibles en las laderas. Las coladas de la erupción de 1944 aún no se han cubierto de vegetación. La montaña está compuesta de lava, escorias, cenizas y piedra pómez.
El secreto de la fertilidad es un liquen gris con aspecto de coral, llamado Stereocaulon vesubianum, que se implanta con rapidez, coloniza las lavas cuando se enfrían y prepara el terreno a otro tipo de vegetación.
Estrabaón, en su Geografía, escribe que las tierras recubiertas de las cenizas del Etna y del Vesubio son favorables para la vid, y fértiles y fructíferas en todo su entorno.
En los alrededores del volcán viven tres millones de pesonas que, cuando la tierra tiembla, se encomiendan a san Genaro, el que de vez en cuando licúa su sangre. Para los griegos y los romanos, el Vesubio era sagrado, y lo llamban el monte de Hércules. Por eso se llamó Herculano a la ciudad que sepultó junto a Pompeya.
La colisión entre las placas tectónicas africana y euroasiática, en la que la primera se vio forzada por debajo y alcanzó una gran profundidad bajo la corteza terrestre, es la causa de la formación del Vesubio. Cuando chocaron las placas tectónicas, el material hundido de la corteza terrestre se calentó y se fundió, y formó el magma. Este líquido caliente y viscoso es empujado hacia arriba hasta romper la superficie de la tierra, en busca de una salida que es el volcán. Nápoles, a sus pies, siempre se encomendó a san Genaro para evitar las iras del vulcano. Y el santo nunca les falló, siempre paró los ríos de lava antes de que llegaran a la ciudad.
Al sur del cono, donde vemos en la foto, se levantaba Pompeya.
Los 135 km cuadrados que rodean el cono son parque nacional desde 1995. En esa zona se producen buenos albaricoques, cerezas, nueces, avellanas, brócoli, hinojos, tomates acidulados y miel. Las viñas, con las que, desde el tiempo de los romanos, se elaboran excelentes vinos tintos, blancos y rosados, son el principal de los cultivos de la comarca.
Funcionó un funicular entre 1880 y 1906, cuando una erupción destruyó parte de la instalación. En 1903 se construyó una vía férrea, que también quedó sepultada tres años después.
El funicular se reparó y volvió a funcionar en 1909, aunque precisó ser reparado tras la erupción de 1911. Después funcionó hasta 1944, cuando quedó destruido y abandonado definitivamente.
El Observatorio Vesubiano analiza las fumarolas y los movimientos sísmicos de los tres volcanes que rodean a Nápoles, el de Isquia, los subacuáticos de los Campos Flégreos, al norte de la bahía, y el Vesubio. En la foto por satélite vemos la isla de Isquia, frente al cabo norte de la Bahia, y Capri, frente al cabo sur.
En 1953 se puso en marcha un telesilla que subió cien mil turistas hasta 1984, cuando se consideró inapropiado y peligroso. En 1988 se aprobó un plan de reconstrucción del funicular, pero los trabajos se pararon poco después.
Tras la erupción descrita por Plinio en el año 79, el Vesubio volvió a escupir fuego en los años 472, 512, 787, 968, 991, 999, 1007 y 1036. Inactivo desde 1036 hasta finales del siglo XIII, fue cubierto de nuevo de jardines y viñedos, incluso dentro del cráter. En dicembre 1631, una erupción sepultó muchas poblaciones y mató a tres mil personas. Luego no cesa, con erupciones en 1660, 1682 y 1698. Erupciona seis veces en el siglo XVIII y ocho veces en el XIX, de las que destaca la de 1872. Esta última lapintó así George Julius Scrope.
Las últimas erpciones datan de 1906, 1929 y 1944. Han sido más o menos graves, peo todas con estallidos explosivos. Algunnas han cubierto de cenizas a toda la Europa meridional. La pintura, de J. C. Dahl, es de la erupción de 1826.
En los años 472 y 1631, las cenizas del vesubio llegaron a Estambul. Las cenizas que vemos son de una primitiva foto de 1872.
Los 135 km cuadrados que rodean el cono son parque nacional desde 1995.
La más violenta de las explosiones se supone que formó la caldera Somma hace 18.300 años. Después hubo otras varias de gran entidad, hace 16 mil, 11 mil y ocho mil años. Y otras dos grandes, en los años 5.960 y 3.580 a. C.
Una de las mayores erupciones que ha conocido Europa, la erupción Avellino, se produjo hace 3.800 años. La abertura de la erupción se abrió dos km al Este del actual cráter.
La erupción Avellino destruyó varios pueblos de la edad del Bronce. Uno se descubrió en 2001, cerca de Nola, con chozas, cerámica, ganado, cadáveres, esqueletos y huellas de animales y humanas en perfecto estado.
Como ocurrió después en Pompeya, la mayoria de los pobladores abandonaron la aldea, antes de que quedara sepultada. En 2006 se ha encontrado otra aldea sepultada en 1780 a. C. con cabañas, enseres y tres cadáveres humanos. La mayoría también huyó.
Desde la cara norte del cráter, abajo, hasta la cara sur, donde está la cima, hay una buena subida.
En la falda del Vesubio instaló su campamento militar el gladiador Espartaco en el año 73 a. C. El volcán, entonces, sólo tenía una cumbre, a juzgar por un fresco pompeyano, y no existtiría el monte Somma. Aquí vemos la cumbre del Vesubio.
La caldera comenzó a formarse durante una erupción de hace 17 mil años, y el cono en la del año 79 d. C. La forma actual del Vesubio data de la erupción de 1281.
En las grietas a pie del cráter emana vapor, para que no olvidemos que el Vesubio sigue vivo y activo en sus entrañas.
La última erupción hasta ahora, en 1944, destruyó varias poblaciones y 88 bombarderos B-25 de la escuadra norteamericana, en plena Segunda Guerra Mundial.
Entre erupción y erupcción, en el pasado, los tiempos de calma variaron de unos meses a siete años y medio.
Desde 1944 hasta ahora el Vesubio está mudo. Es su periodo de inactividad más largo de los últimos 500 años.
El autor de este reportaje, en la zona Este de la boca del cráter.
Al fondo, las paredes cortadas de la zona Oeste del cráter.
A la izquierda, en las paredes de la cara norte, hay zonas donde emana vapor, a la vista.
Los materiales y la compactación de las distintas zonas del cráter son diversos y variados.
Tras la cara Sur del cráter del Vesubio, se eleva la zona más alta, la cumbre del monte volcánico.
Algunas zonas se desmoronan y forman un río de arena en el interior del volcán.
Aparentemente el cráter es accesible, tanto para bajar como para subir.
La vereda que lo circunda nace en la cara Norte y va hasta el Sur, con el mar a la derecha, según subes.
Los Apeninos surgen poderosos al fondo. Siguen la línea del cabo de Sorrento, en la zona Sur de la bahía napolitana.
La cuerda que forma el camino al llegar, deja a la izquierda la caída del cráter, y a la derecha, la de la bahía.
Se sube mirando al sur; a Capri, que apenas se la ve en estas fotos por la bruma, y a Sorrento.
Se baja mirando a Nápoles y al monte Somma. El plan de evacuación previsto llevaría a las 600 mil personas expuestas a los flujos pirocásticos, fuera de la región de Campania, en un plazo de entre dos semanas y 20 días.
Como en Sicilia y Nápoles, es inevitable el altar a la Madomna, también en el Vesubio.
Poco a poco se reduce la población cercana al cráter con ayudas a los que se mudan. En 2001 se detectó magma a 10 km de profundidad.
Para acceder al cráter, hay que coger la carretera que va desde Ercolano al Vesubio, que accede hasta 200 metros antes de la cima. Poco antes, hay un espléndido mirador sobre la bahía.
El Vesubio tiene 1.781 metros de altura, está a nueve kilómetros de Nápoles y se alza en la cadena sur de los Apeninos. Aquí vemos el cráter vesubiano y su entorno en una foto de satélite.
El último tramo hay que subirlo a pie, tras pagar un peaje de 8 euros.
Junto a las taquillas, que abren a las nueve de la mañana, vimos dos o tres ciempiés.
Al norte del volcán está el monte Somma, formado por materiales volcados del cenrro de la tierra hace unos miles de años. Junto al Vesubio, forma el perfil característico que se ve desde la bahía.
El monte Somma tiene 1149 metros y está separado del cono vesubiano por el valle Atrio di Cavallo, de 5 km de ancho.
En las laderas se ven los flujos petrificados de lava, compuesta de andesita viscosa, con selva en el resto y viñedos en la zona baja.
El bosque selvático que nace sobre esta fertilísima lava está compuestos de árboles y arbustos. Hay pinares y acebos en la zona alta del cono, mientras que en el Somma, más húmedo, se ven castaños, robles, alisos y arces.
Dos domos de lava, de 1891 y 1895, son visibles en las laderas. Las coladas de la erupción de 1944 aún no se han cubierto de vegetación. La montaña está compuesta de lava, escorias, cenizas y piedra pómez.
El secreto de la fertilidad es un liquen gris con aspecto de coral, llamado Stereocaulon vesubianum, que se implanta con rapidez, coloniza las lavas cuando se enfrían y prepara el terreno a otro tipo de vegetación.
Estrabaón, en su Geografía, escribe que las tierras recubiertas de las cenizas del Etna y del Vesubio son favorables para la vid, y fértiles y fructíferas en todo su entorno.
En los alrededores del volcán viven tres millones de pesonas que, cuando la tierra tiembla, se encomiendan a san Genaro, el que de vez en cuando licúa su sangre. Para los griegos y los romanos, el Vesubio era sagrado, y lo llamban el monte de Hércules. Por eso se llamó Herculano a la ciudad que sepultó junto a Pompeya.
La colisión entre las placas tectónicas africana y euroasiática, en la que la primera se vio forzada por debajo y alcanzó una gran profundidad bajo la corteza terrestre, es la causa de la formación del Vesubio. Cuando chocaron las placas tectónicas, el material hundido de la corteza terrestre se calentó y se fundió, y formó el magma. Este líquido caliente y viscoso es empujado hacia arriba hasta romper la superficie de la tierra, en busca de una salida que es el volcán. Nápoles, a sus pies, siempre se encomendó a san Genaro para evitar las iras del vulcano. Y el santo nunca les falló, siempre paró los ríos de lava antes de que llegaran a la ciudad.
Al sur del cono, donde vemos en la foto, se levantaba Pompeya.
Los 135 km cuadrados que rodean el cono son parque nacional desde 1995. En esa zona se producen buenos albaricoques, cerezas, nueces, avellanas, brócoli, hinojos, tomates acidulados y miel. Las viñas, con las que, desde el tiempo de los romanos, se elaboran excelentes vinos tintos, blancos y rosados, son el principal de los cultivos de la comarca.
Funcionó un funicular entre 1880 y 1906, cuando una erupción destruyó parte de la instalación. En 1903 se construyó una vía férrea, que también quedó sepultada tres años después.
El funicular se reparó y volvió a funcionar en 1909, aunque precisó ser reparado tras la erupción de 1911. Después funcionó hasta 1944, cuando quedó destruido y abandonado definitivamente.
El Observatorio Vesubiano analiza las fumarolas y los movimientos sísmicos de los tres volcanes que rodean a Nápoles, el de Isquia, los subacuáticos de los Campos Flégreos, al norte de la bahía, y el Vesubio. En la foto por satélite vemos la isla de Isquia, frente al cabo norte de la Bahia, y Capri, frente al cabo sur.
En 1953 se puso en marcha un telesilla que subió cien mil turistas hasta 1984, cuando se consideró inapropiado y peligroso. En 1988 se aprobó un plan de reconstrucción del funicular, pero los trabajos se pararon poco después.
Tras la erupción descrita por Plinio en el año 79, el Vesubio volvió a escupir fuego en los años 472, 512, 787, 968, 991, 999, 1007 y 1036. Inactivo desde 1036 hasta finales del siglo XIII, fue cubierto de nuevo de jardines y viñedos, incluso dentro del cráter. En dicembre 1631, una erupción sepultó muchas poblaciones y mató a tres mil personas. Luego no cesa, con erupciones en 1660, 1682 y 1698. Erupciona seis veces en el siglo XVIII y ocho veces en el XIX, de las que destaca la de 1872. Esta última lapintó así George Julius Scrope.
Las últimas erpciones datan de 1906, 1929 y 1944. Han sido más o menos graves, peo todas con estallidos explosivos. Algunnas han cubierto de cenizas a toda la Europa meridional. La pintura, de J. C. Dahl, es de la erupción de 1826.
En los años 472 y 1631, las cenizas del vesubio llegaron a Estambul. Las cenizas que vemos son de una primitiva foto de 1872.
Los 135 km cuadrados que rodean el cono son parque nacional desde 1995.
La más violenta de las explosiones se supone que formó la caldera Somma hace 18.300 años. Después hubo otras varias de gran entidad, hace 16 mil, 11 mil y ocho mil años. Y otras dos grandes, en los años 5.960 y 3.580 a. C.
Una de las mayores erupciones que ha conocido Europa, la erupción Avellino, se produjo hace 3.800 años. La abertura de la erupción se abrió dos km al Este del actual cráter.
La erupción Avellino destruyó varios pueblos de la edad del Bronce. Uno se descubrió en 2001, cerca de Nola, con chozas, cerámica, ganado, cadáveres, esqueletos y huellas de animales y humanas en perfecto estado.
Como ocurrió después en Pompeya, la mayoria de los pobladores abandonaron la aldea, antes de que quedara sepultada. En 2006 se ha encontrado otra aldea sepultada en 1780 a. C. con cabañas, enseres y tres cadáveres humanos. La mayoría también huyó.
Desde la cara norte del cráter, abajo, hasta la cara sur, donde está la cima, hay una buena subida.
En la falda del Vesubio instaló su campamento militar el gladiador Espartaco en el año 73 a. C. El volcán, entonces, sólo tenía una cumbre, a juzgar por un fresco pompeyano, y no existtiría el monte Somma. Aquí vemos la cumbre del Vesubio.
La caldera comenzó a formarse durante una erupción de hace 17 mil años, y el cono en la del año 79 d. C. La forma actual del Vesubio data de la erupción de 1281.
En las grietas a pie del cráter emana vapor, para que no olvidemos que el Vesubio sigue vivo y activo en sus entrañas.
La última erupción hasta ahora, en 1944, destruyó varias poblaciones y 88 bombarderos B-25 de la escuadra norteamericana, en plena Segunda Guerra Mundial.
Entre erupción y erupcción, en el pasado, los tiempos de calma variaron de unos meses a siete años y medio.
Desde 1944 hasta ahora el Vesubio está mudo. Es su periodo de inactividad más largo de los últimos 500 años.
El autor de este reportaje, en la zona Este de la boca del cráter.
Al fondo, las paredes cortadas de la zona Oeste del cráter.
A la izquierda, en las paredes de la cara norte, hay zonas donde emana vapor, a la vista.
Los materiales y la compactación de las distintas zonas del cráter son diversos y variados.
Tras la cara Sur del cráter del Vesubio, se eleva la zona más alta, la cumbre del monte volcánico.
Algunas zonas se desmoronan y forman un río de arena en el interior del volcán.
Aparentemente el cráter es accesible, tanto para bajar como para subir.
La vereda que lo circunda nace en la cara Norte y va hasta el Sur, con el mar a la derecha, según subes.
Los Apeninos surgen poderosos al fondo. Siguen la línea del cabo de Sorrento, en la zona Sur de la bahía napolitana.
La cuerda que forma el camino al llegar, deja a la izquierda la caída del cráter, y a la derecha, la de la bahía.
Se sube mirando al sur; a Capri, que apenas se la ve en estas fotos por la bruma, y a Sorrento.
Se baja mirando a Nápoles y al monte Somma. El plan de evacuación previsto llevaría a las 600 mil personas expuestas a los flujos pirocásticos, fuera de la región de Campania, en un plazo de entre dos semanas y 20 días.
Como en Sicilia y Nápoles, es inevitable el altar a la Madomna, también en el Vesubio.
Poco a poco se reduce la población cercana al cráter con ayudas a los que se mudan. En 2001 se detectó magma a 10 km de profundidad.
2 comentarios:
Cuanto me alegro de ver este reportaje.....en Semana Santa pensaba ir, pero no fué posible. Curiosamente nos conocemos pero no estoy al tanto de tus fabulosos y multiples viajes.....espero que la próxima vez me entere y te pueda acompañar.Sabes que ahora tengo tiempo y me puedo amoldar a cualquier época.
Mucha Salud
Amparo
Me encantó llegar hasta este lugar/sitio/recorrido. Acabo de hacer un viaje a Nápoles y sus alrededores y estoy fascinada. Gracias por subir todas estas fotos.
Un saludo,
Ema
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