Al sur del sur de Sicilia, en una falda de los montes Ibleos, los Sículos fundaron Murica en el siglo XVI antes de Cristo. El nombre significa roca desnuda.
Fue una ciudad fenicia, y después colonia griega. En el 212 a.C. se enfrenta a Roma en las guerras Púnicas.
Anexionada a la República de Roma como ciudad decumana, se diseña al estilo de los campamentos militares de las legiones. Más tarde será ciudad stipendaria o sometida.
Cristianizada, cuenta con catacumbas y mártires. Por ella pasaron los Vándalos al caer el imperio. Después fue un importante bastión bizantino y, desde el año 845, florece con los árabes. Hasta el año 1091, cuando el normando Ruggero I los vence en la batalla de las Milicias, que aún se festeja en mayo. Entonces se construye la catedral de san Giorgio. La actual es la reconstruida tras los terremotos de 1613 y 1693.
Los normandos reinaron en Sicilia y el sur de Italia, con ayuda del papa a veces, o contra el Pontífice. Luego, la ciudad pasa a formar parte del reino aragonés. Federico Mosca, que encabezó la defensa contra los franceses, es convertido en primer conde de Módica por el rey de Aragón.
Hoy es una ciudad tan Europa como Berlín o Manchester. Aunque le da un aire a Yemen. Desde el siglo XIII y hasta no hace mucho estuvo bajo dominio español. Fue controlada por los condes de Gualtieri, un título que tras los Mosca, pasó a la familia normanda Chiaramonte. Los suceden los Cabrera, por ayudar al infante de Aragón, Martín el Joven, a conquistar Sicilia en 1392. Después, los almirantes de Castilla, y duques de Medina de Rioseco, los Enríquez, son condes de Gualtieri. Los suceden los Álvarez de Toledo y a éstos los Fitz-James Stuart.
Pero con las tres últimas dinastías mencionadas, y hasta el siglo XVIII, el conde ya no gobierna Módica, que en siciliano es Móurica. El mando se ejercía desde Palermo, sede del virreinato español de Sicilia.
Desde 1713, Módica se gobierna desde Saboya, como toda Sicilia, con Víctor Amadeo II como rey por el tratado de Utrech. Pocos años después los españoles toman la isla. En 1720 pasa a manos del emperador de Austria. Y de nuevo la conquistan los españoles en 1734, para darle un reinado al duque de Parma. Le sucede Fernando I, que inaugura la dinastía Borbón Dos Sicilias, con cuatro monarcas hasta 1861, el año en que Garibaldi toma la isla.
Está la Módica alta y la baja. Y la Módica moderna, que incluye a la Sorda, a Idria y al Monserrato.
Hoy la habitan 55 mil personas, y llegó a tener 65 mil en 1921.
Como en otros lugares de Sicilia, y del sur de Italia, hay expositores públicos en la calle donde se insertan las esquelas de los vecinos fallecidos.
Éste de arriba era el castillo en el que residían los condes de Gualtieri.
En algunos puntos de Módica, el bosque se mete entre barrio y barrio. La ciudad fue declarada patrimonio de la Humanidad en 2002.
Por su disposición, adosada a la montaña, muchas de las casas de Móurica son cuevas, o tienen grutas tras la vivienda. La ciudad es conocida como la de las cien iglesias. Una joya del tardo barroco italiano.
Al sur del sur de Sicilia, en una falda de los montes Ibleos, los Sículos fundaron Murica en el siglo XVI antes de Cristo. El nombre significa roca desnuda.
Fue una ciudad fenicia, y después colonia griega. En el 212 a.C. se enfrenta a Roma en las guerras Púnicas.
Anexionada a la República de Roma como ciudad decumana, se diseña al estilo de los campamentos militares de las legiones. Más tarde será ciudad stipendaria o sometida.
Cristianizada, cuenta con catacumbas y mártires. Por ella pasaron los Vándalos al caer el imperio. Después fue un importante bastión bizantino y, desde el año 845, florece con los árabes. Hasta el año 1091, cuando el normando Ruggero I los vence en la batalla de las Milicias, que aún se festeja en mayo. Entonces se construye la catedral de san Giorgio. La actual es la reconstruida tras los terremotos de 1613 y 1693.
Los normandos reinaron en Sicilia y el sur de Italia, con ayuda del papa a veces, o contra el Pontífice. Luego, la ciudad pasa a formar parte del reino aragonés. Federico Mosca, que encabezó la defensa contra los franceses, es convertido en primer conde de Módica por el rey de Aragón.
Hoy es una ciudad tan Europa como Berlín o Manchester. Aunque le da un aire a Yemen. Desde el siglo XIII y hasta no hace mucho estuvo bajo dominio español. Fue controlada por los condes de Gualtieri, un título que tras los Mosca, pasó a la familia normanda Chiaramonte. Los suceden los Cabrera, por ayudar al infante de Aragón, Martín el Joven, a conquistar Sicilia en 1392. Después, los almirantes de Castilla, y duques de Medina de Rioseco, los Enríquez, son condes de Gualtieri. Los suceden los Álvarez de Toledo y a éstos los Fitz-James Stuart.
Pero con las tres últimas dinastías mencionadas, y hasta el siglo XVIII, el conde ya no gobierna Módica, que en siciliano es Móurica. El mando se ejercía desde Palermo, sede del virreinato español de Sicilia.
Desde 1713, Módica se gobierna desde Saboya, como toda Sicilia, con Víctor Amadeo II como rey por el tratado de Utrech. Pocos años después los españoles toman la isla. En 1720 pasa a manos del emperador de Austria. Y de nuevo la conquistan los españoles en 1734, para darle un reinado al duque de Parma. Le sucede Fernando I, que inaugura la dinastía Borbón Dos Sicilias, con cuatro monarcas hasta 1861, el año en que Garibaldi toma la isla.
Está la Módica alta y la baja. Y la Módica moderna, que incluye a la Sorda, a Idria y al Monserrato.
Hoy la habitan 55 mil personas, y llegó a tener 65 mil en 1921.
Como en otros lugares de Sicilia, y del sur de Italia, hay expositores públicos en la calle donde se insertan las esquelas de los vecinos fallecidos.
Éste de arriba era el castillo en el que residían los condes de Gualtieri.
En algunos puntos de Módica, el bosque se mete entre barrio y barrio. La ciudad fue declarada patrimonio de la Humanidad en 2002.
Por su disposición, adosada a la montaña, muchas de las casas de Móurica son cuevas, o tienen grutas tras la vivienda. La ciudad es conocida como la de las cien iglesias. Una joya del tardo barroco italiano.
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