El Valle de los Templos es un conjunto arqueológico heleno situado junto a Agrigento, al sur de Sicilia, ciudad que se llamó Akragas en griego y se construyó a partir del año 580 a. C. en el territorio que se conoce como la Magna Grecia.
El término Valle de los Templos es equívoco, porque más que un valle, las construcciones se asientan en las montañas que rodean Agrigento por el sur, donde se construyeron, en los siglos VI y V a. C., siete templos griegos monumentales hexástilos en estilo dórico. También hay restos romanos y cristianos, como estas catacumbas.
Son de los edificios griegos más antiguos y mejor conservados fuera de Grecia. Sus denominaciones, excepto la del Olimpieon o Templo de Zeus Olímpico, son especulaciones humanísticas.
Algunos templos se conservan muy bien y otros son más fragmentarios porque han sufrido terremotos y saqueos.
Los templos mejor conservados son dos edificios parecidos, atribuidos a las diosas Juno Lacinia y Concordia, construidos según un diseño períptero hexástilo. El templo de la Concordia es uno de los mejor conservados de la antigüedad griega y una de las más perfectas realizaciones de la arquitectura dórica.
Agrigento, la antigua Akragás griega, fue una de las polis más importantes de la antigua Magna Grecia, el nombre que recibió la región del sur de Italia y Sicilia dominada por los helenos en su época de esplendor. Edificada sobre una colina, la vieja ciudad tiene hoy unos 60 mil habitantes y un casco histórico muy abandonado.
La mayoría de la población vive en la zona moderna. En la antigua se mantienen a duras penas los edificios medievales, como la catedral de san Gerlando, del siglo XIV. Gerlando fue un francés del siglo XI, y primer obispo de Agrigento tras la ocupación árabe. Murió en 1100. En la catedral se guardan sus restos. Como san Genaro en Nápoles, se considera que protege a la ciudad de los desastres naturales.
La antigua Akragas, Kerkent en árabe, se fundó sobre una meseta con vistas al mar, a orillas del río Akragas; con una cresta de colinas al norte que ofrecía protección natural.
Como en toda Sicilia y el sur de Nápoles, la Madomna es omnipresente en calles y plazas.
Sobre este edificio del viejo Agrigento, encontramos proyectada la bandera tricolor de la República de Italia.
El templo de Hera, en el extremo suroeste de la meseta, es el más lejano desde la entrada habitual de los turistas. Construido entre los años 460 y 450 a. C., fue incendiado en el 406 a. C. por los cartagineses. Luego lo repararon los romanos en el siglo I a. C., y de nuevo se comenzó a reconstruir en el siglo XVIII. Ahora tiene en pie 25 de sus 34 columnas originales.
Éste es es templo de Heracles, o Hércules, visto desde Agrigento.
El templo de la Concordia, que se levantó en los años 440-430 a. C es, de todos los de Agrigento, el construido con mayor precisión.
El templo de Hera conserva los capiteles y el arquitrabe de la columnata septentrional.
El templo de la Hércules y el autor de estas fotos, a primeros de junio de 2011.
Las desigualdades del terreno sobre el que se construyen los templos son superadas por un basamento o krépis. El plano del templo de la Concordia se corresponde a la forma clásica griega: pronaos, naos, opistodomos y peristilo.
Agrigento es una de las ciudades sicilianas más visitadas por los turistas y una de las más castigadas por la mafia. El nombre deriva del árabe, Kerkent, sicilianizado después como Girgenti hasta 1927, cuando Mussolini lo italianizó.
El templo de Zeus Olímpico, del que se cree que es el dórico más grande, y el tercero en tamaño entre los templos griegos, fue construido por el tirano Terón en 480 a. C., después de su victoria sobre los cartagineses en la batalla de Hímera, a la gloria de los griegos vencedores de los bárbaros.
La columnata del templo de Hércules es visible desde la carretera de acceso a Agrigento y desde muchos puntos del valle.
El templo de Hera también es un referente dede varias de las carreteras que circundan el lugar arqueológico.
En el año 597, el templo de la Concordia fue transformado en iglesia cristiana por voluntad del obispo Gregorio de Agrigento. Gracias a ello, está notoriamente intacto. Hizo del templo una basílica consagrada a los apóstoles Pedro y Pablo. En la foto, un turista se apoya en la polla de la estatua del ángel caído de Mitoraj.
Agrigento, desde el valle de los Templos.
La iglesia se usó hasta el año 1748, fecha en que se restauró el templo a su estado inicial.
La única estatua de Mitoraj que no es gigante, con su espléndido chocho, cierra este reportaje del valle de los templos que, de verdad, es la polla.
El término Valle de los Templos es equívoco, porque más que un valle, las construcciones se asientan en las montañas que rodean Agrigento por el sur, donde se construyeron, en los siglos VI y V a. C., siete templos griegos monumentales hexástilos en estilo dórico. También hay restos romanos y cristianos, como estas catacumbas.
Son de los edificios griegos más antiguos y mejor conservados fuera de Grecia. Sus denominaciones, excepto la del Olimpieon o Templo de Zeus Olímpico, son especulaciones humanísticas.
Algunos templos se conservan muy bien y otros son más fragmentarios porque han sufrido terremotos y saqueos.
El templo de los Dioscuros es un nombre arbitrario. Fuentes antiguas dicen que en Akragas se honraba a Cástor y Pólux, los gemelos de la loba romana. En la parte norte del santuario se encuentran aún los basamentos de lugares de culto a las diosas de la tierra y de la fertilidad, de la primera mitad del siglo VI, poco después de la fundación de la ciudad. En medio se encuentra un altar circular y otro rectangular. La esquina sureste del templo de los Dioscuros, ahora en restauración, se reconstruyó en el siglo XIX, pero con una mezcla de elementos de distintos estilos y épocas. El templo se alza sobre un témenos, donde los griegos veneraron a sus dioses antes de la construcción de los grandes templos.
Cerca de la carretera, en la parte oriental del parque, y próximo a la entrada, junto a la puerta Aurea, se halla el Templo de Heracles o Hércules.Los templos mejor conservados son dos edificios parecidos, atribuidos a las diosas Juno Lacinia y Concordia, construidos según un diseño períptero hexástilo. El templo de la Concordia es uno de los mejor conservados de la antigüedad griega y una de las más perfectas realizaciones de la arquitectura dórica.
El Templo de Hefesto, llamado Vulcano en la mitología romana, del siglo V a. C., era una de las construcciones más imponentes del lugar, pero es de los más afectados por el paso del tiempo y los fenómenos naturales.
Hasta noviembre, entre los templos se pueden ver 18 gigantes mitológicos en el Valle de los Templos. Una exposición de instalaciones de bronce realizadas por el artista franco-polaco Igor Mitoraj. Agrigento, la antigua Akragás griega, fue una de las polis más importantes de la antigua Magna Grecia, el nombre que recibió la región del sur de Italia y Sicilia dominada por los helenos en su época de esplendor. Edificada sobre una colina, la vieja ciudad tiene hoy unos 60 mil habitantes y un casco histórico muy abandonado.
La mayoría de la población vive en la zona moderna. En la antigua se mantienen a duras penas los edificios medievales, como la catedral de san Gerlando, del siglo XIV. Gerlando fue un francés del siglo XI, y primer obispo de Agrigento tras la ocupación árabe. Murió en 1100. En la catedral se guardan sus restos. Como san Genaro en Nápoles, se considera que protege a la ciudad de los desastres naturales.
La antigua Akragas, Kerkent en árabe, se fundó sobre una meseta con vistas al mar, a orillas del río Akragas; con una cresta de colinas al norte que ofrecía protección natural.
Como en toda Sicilia y el sur de Nápoles, la Madomna es omnipresente en calles y plazas.
Sobre este edificio del viejo Agrigento, encontramos proyectada la bandera tricolor de la República de Italia.
El templo de Hera, en el extremo suroeste de la meseta, es el más lejano desde la entrada habitual de los turistas. Construido entre los años 460 y 450 a. C., fue incendiado en el 406 a. C. por los cartagineses. Luego lo repararon los romanos en el siglo I a. C., y de nuevo se comenzó a reconstruir en el siglo XVIII. Ahora tiene en pie 25 de sus 34 columnas originales.
Éste es es templo de Heracles, o Hércules, visto desde Agrigento.
El templo de la Concordia, que se levantó en los años 440-430 a. C es, de todos los de Agrigento, el construido con mayor precisión.
El templo de Hera conserva los capiteles y el arquitrabe de la columnata septentrional.
El templo de la Hércules y el autor de estas fotos, a primeros de junio de 2011.
Las desigualdades del terreno sobre el que se construyen los templos son superadas por un basamento o krépis. El plano del templo de la Concordia se corresponde a la forma clásica griega: pronaos, naos, opistodomos y peristilo.
Agrigento es una de las ciudades sicilianas más visitadas por los turistas y una de las más castigadas por la mafia. El nombre deriva del árabe, Kerkent, sicilianizado después como Girgenti hasta 1927, cuando Mussolini lo italianizó.
El templo de Zeus Olímpico, del que se cree que es el dórico más grande, y el tercero en tamaño entre los templos griegos, fue construido por el tirano Terón en 480 a. C., después de su victoria sobre los cartagineses en la batalla de Hímera, a la gloria de los griegos vencedores de los bárbaros.
La columnata del templo de Hércules es visible desde la carretera de acceso a Agrigento y desde muchos puntos del valle.
El templo de Hera también es un referente dede varias de las carreteras que circundan el lugar arqueológico.
En el año 597, el templo de la Concordia fue transformado en iglesia cristiana por voluntad del obispo Gregorio de Agrigento. Gracias a ello, está notoriamente intacto. Hizo del templo una basílica consagrada a los apóstoles Pedro y Pablo. En la foto, un turista se apoya en la polla de la estatua del ángel caído de Mitoraj.
Agrigento, desde el valle de los Templos.
La iglesia se usó hasta el año 1748, fecha en que se restauró el templo a su estado inicial.
La única estatua de Mitoraj que no es gigante, con su espléndido chocho, cierra este reportaje del valle de los templos que, de verdad, es la polla.
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